«Detrás de las puertas, de las ventanas de las casas se esconden universos misteriosos, irresistibles a la curiosidad humana, tan necesaria que tuvieron que surgir las «vecinas del visillo» —y los vecinos, que parece que no, pero curiosos somos todos— para explorarlos. Y como vecinos también somos todos, más o menos comunitarios, aquí les abro las puertas para invitarlos a fisgonear libremente, sin pudor. De esta manera, lo mismo se nos quitan las ganas de seguir espiando, o quizá no y nos den más. El caso es que investigar qué se cuece en las casas ajenas viene de lejos, lo que pasa es que la Historia no les ha concedido a estas investigaciones el lugar que se merecen en el desarrollo cultural. Leí en algún sitio que el cotilleo es evolutivo, así pues, ¡evolucionemos!».
No hay comentarios:
Publicar un comentario